Hotel Dunsmuir

Hotel Dunsmuir

En el corazón de un bosque ancestral se erige el Hotel Dunsmuir, una reliquia victoriana que ha resistido el paso del tiempo con sus secretos intactos. Cassandra, una mujer dotada de una sensibilidad psíquica que siempre ha sido más una maldición que un don, llega a sus puertas buscando refugio. Huye de las cicatrices visibles e invisibles dejadas por un matrimonio opresivo, creyendo que este remoto alojamiento será su santuario. Sin embargo, desde el instante en que cruza el umbral, su capacidad latente se despierta con una intensidad aterradora. Las paredes susurran, los pasillos desiertos retienen ecos de antiguos sufrimientos y las sombras parecen contener una inteligencia maligna que la observa. La historia de terror en el Hotel Dunsmuir se despliega cuando Cassandra descubre que la presencia que habita el edificio no es un mero residuo espiritual, sino una entidad consciente que se alimenta del miedo y la desesperación de sus invitados. Lo que comenzó como un escape se transforma en una trampa psíquica. Las visiones se intensifican, mostrándole los destinos de anteriores huéspedes que nunca lograron partir, sus almas ahora atrapadas en el tejido mismo del hotel. Su propia lucha por la supervivencia contra un esposo abusivo palidece ante la batalla que debe librar contra esta fuerza ancestral que conoce sus más profundos temores. Mientras deambula por las suites decadentes y los salones silenciosos, Cassandra se da cuenta de que la entidad no pretende simplemente aterrorizarla, sino absorber su energía psíquica única para fortalecerse. El hotel se convierte en un laberinto de pesadillas personalizadas, donde el pasado y el presente se funden. Para escapar, deberá enfrentarse no solo a los demonios que persiguen los pasillos del Dunsmuir, sino también a los traumas que lleva dentro, en un combate donde perder su mente es el precio del fracaso.